lunes, 6 de octubre de 2008

México: La Fiesta de la Muerte.



Somos mortales
todos habremos de irnos,
todos habremos de morir en la tierra...
Como una pintura,
Todos nos iremos borrando.
Como una flor,
nos iremos secando
aquí sobre la tierra...
Meditadlo, señores águilas y tigres,
aunque fuerais de jade,
aunque fuerais de oro,
también allá iréis
al lugar de los descansos.
Tendremos que despertar,
nadie habrá de quedar.


Netzahualcóyotl, Rey y Poeta (1391-1472)


La fiesta de muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha del maíz, calabaza, frijol y garbanzo. Es decir, es el primer gran banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía con los muertos. La celebración del dia de los muertos en México, tiene un origen prehispánico, esto es, antes de la llegada de los españoles al continente. Hay registro que estas celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha, nahua y totonaca con una antigüedad de por lo menos 3 mil años.

La festividad original que posteriormente se transformo en Día de Muertos se celebraba a principios del mes de agosto y duraba aproximadamente un mes , las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos.



Dama de la muerte


EL VIAJE AL MAS ALLA

Los antiguos pueblos pensaban que cuando las personas morían, el alma viajaba a otros lugares y para recorrer este camino el difunto era enterrado con un perro, el cual le ayudaría a cruzar un río y llegar ante Mictlantecuhtli, a quien debía entregar, como ofrenda, atados de teas y cañas de perfume, algodón (ixcátl), hilos colorados y mantas. Quienes iban al Mictlán (el otro mundo) recibían, como ofrenda, cuatro flechas y cuatro teas atadas con hilo de algodón. El Mictlan estaba formado de 9 lugares, 8 tenían retos para los muertos y en el 9 -el más profundo- podían alcanzar el descanso eterno.


Las nueve dimensiones del Mictlan eran:

1.- Apanohuaia o Itzcuintlan: Aquí había un río caudaloso, la única manera de cruzarlo era con ayuda de Xólotl. Si en vida no se había tratado bien a algún perro, el muerto se quedaba en esta dimensión por la eternidad.

2.- Tepectli Monamictlan: Lugar donde los cerros chocan entre si.

3.- Iztepetl: Cerro de navajas, este lugar se encontraba erizado de pedernales.

4.- Izteecayan: Lugar en el que sopla el viento de navajas, este era un sitio con una sierra compuesta de ocho colinas y nevaba copiosamente.

5.- Paniecatacoyan: Lugar donde los cuerpos flotan como banderas; este lugar estaba al pie de la ultima colina del Izteecayan y ahí empezaba una zona desértica muy fría, compuesta de ocho páramos que había que recorrer.

6.- Timiminaloayan: El lugar donde flechan, aquí se decía era un sendero en cuyos lados manos invisibles enviaban puntiagudas saetas hasta acribillar a los pasantes.

7.- Teocoyocualloa: Lugar donde las fieras se alimentan de los corazones. En este pasaje, una fiera salvaje abría el pecho del difunto para comerle el corazón, ya que sin este órgano, la persona caía en un charco donde era ferozmente perseguida por un caimán.

8.- Izmictlan Apochcalolca: El camino de niebla que enceguece, en este lugar; se tenían que vadear nueve ríos antes de llegar al sitio donde le esperaba su descanso mortal.

9.- Chicunamictlan: Aquí las almas encontraban el descanso anhelado. Era el mas profundo de los lugares de los señores de la muerte.

Después de pasar todos estos obstáculos, se llega a la liberación de su tonalli (alma). El viaje póstumo dura cuatro años.



Señor de la Tierra de los muertos.


Por su parte, los niños muertos tenían un lugar especial, llamado Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche, para que se alimentaran. Los niños que llegaban aquí volverían a la tierra cuando se destruyese la raza que la habitaba. De esta forma, de la muerte renacería la vida.
Los entierros prehispánicos eran acompañados de ofrendas que contenían dos tipos de objetos: los que, en vida, habían sido utilizados por el muerto, y los que podría necesitar en su tránsito al inframundo.

Durante el mes llamado Tlaxochimaco, se llevaba a cabo la celebración denominada Miccailhuitntli o fiesta de los muertitos, alrededor del 16 de julio. Esta fiesta iniciaba cuando se cortaba en el bosque el árbol llamado xócotl, al cual le quitaban la corteza y le ponían flores para adornarlo. En la celebración participaban todos, y se hacían ofrendas al árbol durante veinte días.
En el décimo mes del calendario, se celebraba la Ueymicailhuitl, o fiesta de los muertos grandes. Esta celebración se llevaba a cabo alrededor del 5 de agosto, cuando decían que caía el xócotl. En esta fiesta se realizaban procesiones que concluían con rondas en torno al árbol.




Con la llegada de los españoles, se produjo un sincretismo con las fiestas de la iglesia católica, el día primero de noviembre se celebra el día de“Todos los santos” y el dos el día de los “Fieles difuntos”, pero aun ahora la primera fecha esta reservada para los difuntos niños, y la segunda para los muertos adultos. Se ha convertido en una fiesta representativa de México, dónde la gente honra a sus ancestros y se prepara para recibirlos una vez al año de vuelta a su hogar, a su familia.





Los pueblos y las ciudades se preparan con anticipación, y en algunas poblaciones las campanas de las iglesias anuncian que la hora en que las almas de los muertos retornen al mundo; el lugar de reunión son los cementerios. Grandes estructuras con forma de puertas son hechas de madera y forradas con flores de cempoalxochitl, esta flor es especial porque dicen que su característico olor tiene la propiedad de atraer las almas de los difuntos, así y por medio del aroma pueden encontrar el camino de regreso al mundo de los vivos y al encuentro de sus seres queridos que los estarán esperando con los platillos que en vida fueran sus preferidos. En los altares hay comida, el tradicional “pan de muertos”, dulces, frutas, chocolate, tamales, mole, mezcal, se adorna con papel picado, veladoras, calaveritas de azucar y se ponen sahumerios de copal. Para los niños difuntos son llevados dulces y juguetes . Pero no es una celebración triste ni seria, no, música es llevada para alegrar el momento y la noche.





Algunas personas prefieren levantar altares en su casa, entonces hacen un camino de petalos de Cempoalxochitl desde la calle hasta la puerta de su casa, con velas a los costados para que sus familiares difuntos no se pierdan en la oscuridad y puedan encontrar el camino de regreso a su casa. Se ponen retratos de los familiares que serán invitados esa noche y el altar contiene prácticamente lo mismo que los que se levantan en los cementerios o plazas.


Ante estos días y noches llenos de recuerdos y familiares de dos mundos reunidos, es mala idea no apiadarse de aquellos a los que ya nadie recuerda ni espera, por eso también se hacen ofrendas a “la anima sola”, para celebrarla se coloca en las calles un nicho donde se coloca una veladora, un vaso con agua y flores.






Nuevamente, las campanadas de la iglesia anuncian que los difuntos deben regresar al otro mundo, hasta el siguiente año.


CUANDO LA MUERTE SE RIE


Lo cierto es que para los mexicanos la muerte es intuida de manera natural en la vida cotidiana, se sabe que camina a un costado y se han creado formas de tener una buena relación, nos reimos de ella, no como burla, sino como una broma amistosa, muestra de eso son las famosas "calaveritas", rimas breves y cómicas que son tradicionales, escritas a modo de mofa mostrando lo efímero de la vida :

Es calavera el inglés

calavera el italiano

lo mismo Maximiliano

y el pontífice romano

y todos los cardenales

duques, reyes, consejales

y el jefe de la nación

en la tumba son iguales:

calaveras de a montón.

Autor desconocido.


Patrimonio de la Humanidad.


En una ceremonia llevada a cabo en París, Francia el 7 de Noviembre de 2003 la UNESCO distinguió a la festividad indígena de Día de Muertos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.



La distinción por considerar la UNESCO que esta festividad es:


"...una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos indígenas del pais."



Además en el documento de declaratoria se destaca:


"Ese encuentro anual entre las personas que la celebran y sus antepasados, desempeña una función social que recuerda el lugar del individuo en el seno del grupo y contribuye a la afirmación de la identidad..."
además de:


"...aunque la tradición no está formalmente amenazada, su dimensión estética y cultural debe preservarse del creciente número de expresiones no indígenas y de carácter comercial que tienden afectar su contenido inmaterial."




Dedicado a mi hija que sin falta, año con año en la noche de muertos, le deja dulces a su bis chelo y a mi tatarabuela Antonia, que alimento muchos perros de la calle con la esperanza que la ayudaran a cruzar el gran rio...